TRASTORNOS DE ANSIEDAD: ANSIEDAD GENERALIZADA
Vivimos en la época del estrés y la ansiedad, todos tenemos preocupaciones y miedos: A la perdida de un trabajo, de un ser querido, a una enfermedad o un accidente, pero la mayoría de nosotros aprendemos a adaptarnos a ellos sin que se conviertan en una preocupación continua.
Lo anormal no es sentir esa preocupación, sino que ésta sea desproporcionada, extremadamente intensa o, incluso sin una causa externa que pueda provocarla a corto o medio plazo.
La ansiedad es un sentimiento difuso, vago y desagradable de temor que nos hace experimentar síntomas combinados: Ritmo cardíaco acelerado, desmayos, falta de aliento, mareos, sudor…
La gente con ansiedad no sabe definir cuál es la causa de este temor. En la Ansiedad generalizada estos síntomas persisten durante meses y no responden a una causa concreta reciente.
- Tensión motora: La persona no puede relajarse, se encuentra en estado de tensión permanente y se sobresalta con facilidad.
- Hiperreactividad del sistema nervioso: Hay una combinación de síntomas físicos como sudor, mareos, aceleración del corazón, manos frías y sudorosas, nudo en la garganta o respiración acelerada.
- Miedo al futuro: Preocupación excesiva por el futuro, tanto propio como el de sus personas cercanas.
- Hipervigilancia: El paciente se siente rodeado de peligros amenazantes, aunque no puede especificar en que consisten esos peligros. Se encuentra siempre hipervigilante por amenazas potenciales o inexistentes, lo cual hace estar en un estado permanente de alerta que le distrae de sus actividades cotidianas. Esto provoca a su vez trastornos del sueño: insomnio.
Así pues los trastornos de ansiedad generalizada pueden definirse como temores prolongados, vagos y sin explicación, pero muy intensos, que no corresponden a una causa determinada. Parecen miedos normales pero no hay ningún peligro presente e incluso a veces ni siquiera existe.